La tenacidad de la mujer Caucana
En la galería la 13 o plaza de mercado de Alfonso López en Popayán, hay un sinfín de trabajadores que se levantan día a día a ofrecer sus productos y servicios a la gente que hace su mercado en este lugar.
Ahí, en medio del bullicio y el afán diario, se encuentra Ruby, una habitante de la comuna 5, del barrio María Oriente. Ella tiene su puesto de trabajo en la sección de cárnicos de esta galería, o como comúnmente lo denomina, tiene su ‘mesa’, en donde distribuye y vende productos como riñones, corazón, bofe, librillo, patas, hígado, entre otros, que pertenecen a lo que se conoce como el menudo de la res.
Para ella esta mesa significa mucho, tiene un valor muy especial e importante en su familia ya que desde hace más de 20 años ha sido su sustento familiar y la manera en que pudo sacar adelante a sus hijos, quienes hoy en día se dedican a lo mismo en diferentes puntos de la galería.
Ruby y su esposo, don Fernando, se involucraron con este estilo de trabajo por una herencia familiar de parte de él, y empezaron vendiendo todo tipo de carnes y menudo. Su forma de trabajo, amabilidad y carisma los ha caracterizado siempre, por eso su clientela ha aumentado y se fideliza con el tiempo. A don Fernando todos sus compañeros de trabajo lo conocen como un hombre trabajador, creyente y temeroso de Dios, preocupado y atento por el bienestar de su familia; a doña Ruby la consideran una mujer guerrera, echada para adelante y el pilar fundamental de su familia. Y es que gracias al trabajo dedicado en su puesto, ella pudo sacar adelante a sus tres hijos, darles estudio y enseñarles a trabajar por su futuro.
Para ella y los suyos, contar con ese puesto ha sido fruto del esfuerzo, de la fortaleza y dedicación que no se han minado para seguir luchando por sus sueños y los de su familia. Mirar hacia atrás, para ella, significa solo ver lo recorrido, lo andado desde ese momento cuando pagaban alquiler a quien fue dueño del puesto en el pasado, para lograr después, con el tiempo, comprarlo e ir involucrando a sus hijos con la responsabilidad y el compromiso.
Sí, esa lucha se ve también en Emerson, Roniee y Shirley, los hijos de doña Ruby, quienes desde pequeños se fueron implicando con el trabajo y manejo de los productos cárnicos y que hoy continúan la tradición carnicera: Emerson distribuyendo los productos que se venden en la mesa de su mamá y de otros compañeros de la galería, trabajando en pro del bienestar, tranquilidad y comodidad de la mujer que le dio la vida y que le enseñó a luchar por su familia; Roniee desempeñando sus labores como carnicero en otro puesto donde se venden los productos de alta calidad; y finalmente Shirley con su propia carnicería ubicada en otra plaza de mercado de la ciudad en el barrio Las Palmas, por la que, igual que su madre, trabajó duro junto a su esposo, al que cada día, al levantarse a trabajar, honra con amor y nostalgia, pues ya no hace parte de este mundo terrenal desde que partió como consecuencia del contagio por Covid 19.
Esta familia luchadora es la construida por Ruby con el trabajo duro y dedicado de todos los días, y que muestra la tenacidad de la mujer caucana y payanesa, esa que se levanta a laborar por sus sueños y su familia, que sin importar las adversidades y dificultades, sigue adelante, amando lo que hace. Ella, como tantas mujeres caucanas, es constancia, es firmeza, fuerza, perseverancia, empeño, persistencia… es resiliencia.
Por: Monica Adriana Moreno Torres
Comunicadora social y periodista de la Corporación Universitaria Comfacauca – Unicomfacauca. Me apasiona el periodismo, la comunicación estratégica, el branding y el mundo digital; disfruto viajar y el mágico poder de conocer nuevas culturas. Tengo 22 años de edad, nací en Mérida – Venezuela, pero crecí con infinitas costumbres colombianas y este es sin duda alguna, el mejor hogar del mundo, con una gran cultura que explorar.
Por: Jhon Orobio Torres
Soy una persona extrovertida, carismática y divertida que disfruta mostrar al mundo lo imponente y transgresor que es. Soy estudiante de Comunicación Social y Periodismo y gran apasionado por el baile.
Por: Sthefanny Díaz Angulo
Orgullosamente Caucana, tengo 22 años y soy feliz por haber nacido en la ciudad de Popayán que me ha dado tanto, desde niña siempre me ha gustado la investigación y el trabajo con la comunidad, es por eso que hoy como comunicadora social y periodista estoy comprometida con la verdad y con resaltar las tantas historias que podemos contar las mujeres caucanas destacadas por nuestra tenacidad y humildad. Me apasiona la escritura, el trabajo social y la producción audiovisual.
Por: Mario Alejandro Pérez Sarmiento
Soy Comunicador Social y Periodista, con Diplomado en Pensamiento Estratégico, Prospectivo y Marketing Digital. Con ayuda de las herramientas de la comunicación he desarrollado mis habilidades para la escritura, fotografía además de realizar diversos trabajos multimedia con la creación de revistas y programas digitales. Me gusta la literatura y soy amante del séptimo arte.